Alquiler Barco Baltimore

La poesía del pequeño pueblo de Baltimore despierta el alma y da ganas de escapar. Descubra un territorio encantador con fantásticos paisajes y un carácter auténtico. Si sueña con viajes extraordinarios en esta tierra de exuberante naturaleza, ¡el alquiler de un barco en Baltimore es perfecto!

Naturaleza en estado puro

Baltimore es un pueblo de pescadores con un paisaje encantador y es una parte hermosa del sur de Irlanda. Sin embargo, también atrae a los aficionados a la navegación y a la vela. Pasarás todo el día al aire libre disfrutando de su aire fresco.

Por supuesto, la actividad más popular aquí es la pesca. Disfrute de los placeres del mar desde la comodidad de un yate, monocasco o catamarán mientras observa ballenas jorobadas y delfines mulares. Adereza esta pequeña escapada con el windsurf y el submarinismo. ¿Quiere explorar sus calas más bellas? ¡Alquile un kayak!

Para sus excursiones en barco, diríjase a la isla de Heir, Fastnet, la isla de Clear, Sherkin o las cien islas de Carbery. Cada uno de estos destinos está lleno de sorpresas. Le esperan diversos paisajes y sorprendentes vistas geográficas.

En tierra firme, las actividades de ocio son igualmente emocionantes. Se agradece, por ejemplo, un paseo por los acantilados del pueblo hacia el faro de Baltimore. El pintoresco panorama frente al blanco faro marítimo le hará desear convertirse en pintor.

La cultura de Irlanda

Aunque la naturaleza predomina en el paisaje de Baltimore, a la ciudad no le faltan atractivos culturales. Lo mejor es su festival de música, en el que el instrumento musical tradicional, el violín, cobra protagonismo. Pero la cultura de Baltimore también puede experimentarse a través de la deliciosa comida que se sirve en los restaurantes que bordean el puerto.

El castillo de Dún na Séad también merece una visita. Construido sobre un afloramiento rocoso, el monumento es una vista impresionante en el pueblo. Si quiere conocer la historia de Baltimore, la visita es imprescindible. También es una buena excusa para admirar la impresionante vista del pueblo desde las murallas.