Entre Béziers y Narbona, en la región de Occitania, el bonito pueblo de Capestang hará las delicias de los amantes de la historia y de las vacaciones tranquilas. La ciudad, que conoció una época de esplendor en el pasado, está dotada de importantes monumentos turísticos. Además, esta hermosa región está llena de pequeños rincones paradisíacos.

Capestang y su patrimonio histórico

Si siempre ha soñado con visitar ciudades francesas conocidas por su rico patrimonio histórico, una parada en Capestang, en el departamento de Hérault, es imprescindible. Hay muchos restos históricos que le sorprenderán, como la colegiata gótica de Saint-Etienne, construida en el siglo XIII y que domina majestuosamente la ciudad de Capestang. Clasificada como monumento histórico, la colegiata guarda un sorprendente parecido con la famosa catedral de Narbona.

Desde lo alto de su torre, tómese un momento para contemplar el monte Canigou, las Cevenas y los Pirineos. El castillo de los Arzobispos de Narbona también ilustra con presencia esta época de esplendor de la ciudad. En el interior, tómese el tiempo de admirar su techo adornado con magníficas pinturas que datan del siglo XV.

Turismo en Capestang

Mientras los aficionados a la historia disfrutan de su paseo por el corazón de la ciudad, los amantes de la naturaleza están invitados a descubrir los alrededores. El parque natural regional de la Narbonnaise, por ejemplo, reúne una variedad de bellos paisajes. Los observadores de aves podrán fotografiar varias especies de aves sedentarias. Para un descubrimiento enogastronómico o gastronómico, tendrá que elegir entre las numerosas bodegas que colonizan la región, como el Domaine de Saint-Laurent, que produce el famoso vino AOC.

También puede detenerse en uno de los encantadores restaurantes del pueblo para probar las especialidades locales, como los espárragos des sables o el petit pâté de Pézenas. El alquiler de barcos fluviales en Capestang es también una actividad imprescindible en la región. Le esperan magníficos viajes en barco fluvial por el canal du Midi. El encanto de la región se revela en las excursiones a Gruissan y al Etang du Grazel. No lejos de Gruissan, La Palme ofrece a los aficionados a los deportes acuáticos la oportunidad de probar el kitesurf. En el lado de la playa, diríjase a Valras, donde podrá disfrutar de un pequeño baño.