Cahors, ciudad natal del papa Juan XXII, goza de una ubicación excepcional, ya que está bellamente enclavada en un meandro del río Lot. Es imposible no enamorarse de esta ciudad después de admirarla desde el monte Saint-Cyr. Para un fin de semana, con su pareja o familia, Cahors es sin duda el destino ideal para un cambio de aires.
Cahors: viaje al pasado
Ciudad galorromana opulenta, como demuestran sus famosos vestigios, entre ellos el Arco de Diana, cerca de la estación de tren, Cahors fue durante mucho tiempo objeto de codicia de sarracenos y vikingos. Al pasear por el casco antiguo de la ciudad, notará que el tiempo parece haberse detenido en esta pintoresca localidad. El barrio de Bardernes, el barrio de la catedral, situado entre la plaza Lafayette y la calle Clémenceau, los barrios de Soubirous y Barre están llenos de edificios antiguos con una arquitectura notable. La Barbacana de la Barre, la majestuosa catedral de Saint-Étienne en el centro y la famosa casa del verdugo en el número 42 son algunos de los lugares históricos de visita obligada.
Después de la historia, participe en la vida activa de los habitantes paseando por el mercado alrededor de la catedral. Es la ocasión ideal para reunirse en torno a una gran mesa en las mejores tabernas de Cahors para degustar los platos locales a base de trufas e hígados de ganso que hacen honor a la ciudad. Por supuesto, descubrir los viñedos es siempre un placer en Cahors.
Descubriendo Cahors en barco fluvial
¿Le seducen el paisaje idílico y excepcionales monumentos, como la majestuosa catedral y el puente de Valentré? ¡Aún queda lo mejor! El alquiler de barcos en Cahors le permitirá experimentar el placer de un crucero fluvial por el río Lot. Un crucero, ciertamente largo, pero que le permitirá hacer el recorrido de Cahors-St Cirq Lapopie-Cahors. Con 22 esclusas, este tramo de 70 km de vía navegable le hará disfrutar de los viajes en barco en un entorno tranquilo, lejos de las grandes ciudades turísticas y de las multitudes.